miércoles, 9 de mayo de 2012

El comercio del cacao


Degustemos un cacao

Por Edgar Aldana Rosillo
Asesor de comunicaciones

El comercio del cacao

El sector productivo siempre es el eslabón más débil en una cadena de comercialización porque por lo general se produce sin asegurar la venta y un precio que sea acorde con las expectativas.

Esta situación se presenta en cualquier actividad, llámese agricultura o industria, con la ventaja para esta última de poder almacenar por un mayor tiempo lo que se produce.

En cambio, en agricultura todavía se sigue hablando de la comercialización como uno de los principales cuellos de botella porque a la hora de recoger la cosecha los precios se deprimen o no hay compradores suficientes o estos son los que terminan imponiendo lo que van a reconocer por el producto.

Esto se ve mucho con los productos perecederos que están en cosecha y llegan a los grandes mercados de abastos del país donde el comprador tiene el poder y por eso define cuánto le va a pagar e incluso, en ocasiones, por tratarse de pocos compradores acuerdan un precio, y el agricultor termina sometido a la voluntad del comprador.

En casos como el del cacao, aunque no es un productivo tan perecedero como las frutas, las hortalizas o los tubérculos, por citar algunos, también el agricultor está en condiciones de desventaja.

La razón para ello es que son pocos los compradores que hay en el país y muchos los vendedores, pues la economía cacaotera se caracteriza por ser de minifundistas, personas que en promedio tienen 1,5 a 2 hectáreas de cacao, lo cual resulta insuficiente a la hora de negociar.

A ello se debe sumar la poca asociatividad que se encuentra, tanto en esta actividad como en muchas otras del campo colombiano, donde el productor quiere actuar solo y desconfía de su vecino, olvidándose de los beneficios que traen las diversas formas asociativas.

Por eso resulta inaudito que en un mercado como el colombiano donde hay déficit de producción de cacao para atender la totalidad de la demanda, el precio lo siga definiendo un grupo de dos o tres empresas que son las que adquieren más del 80% de la producción.

En dónde queda el poder de negociación del agricultor que debería ser el que estableciera el valor de su cosecha cuando sabe que su producto es escaso pero además es de buena calidad como ha sido reconocido el cacao colombiano en los mercados internacionales donde ha hecho presencia.

El país está en mora de posicionar su cacao en el exterior, ahora que entramos de lleno en los acuerdos comerciales, donde los Tratados de Libre Comercio ya son una realidad y varios de los países con los cuales se han firmado son deficitarios y están ávidos de un producto como el que puede ofrecer Colombia.

Se necesita un esfuerzo conjunto de productores y gobierno para empezar a dar los pasos necesarios que permitan dar a conocer el cacao colombiano en diferentes países como Estados Unidos o los europeos que son altamente consumidores de este alimento.

Hay que buscar negocios con industrias multinacionales que compran cacao a los países africanos, donde deben pagar unos costos altos por fletes y la cantidad de días de viaje, cuando Colombia está cerca, tiene menores costos y un producto de alta calidad.

Para ello se requiere el esfuerzo de una entidad como Proexport pero también de la asociatividad por parte de los productores para completar las cantidades que demandan los mercados externos y que por las características de nuestros cacaocultores no lo puede atender uno solo.

Fedecacao está presta a ejercer su liderazgo y darle el apoyo requerido por los productores pero el gremio solo tampoco lo puede hacer, se precisa de la unión de esfuerzos. El camino está abierto, los TLC son un reto y una oportunidad que si se sabe aprovechar permitirá un crecimiento acelerado de la cacaocultura nacional.

lunes, 12 de marzo de 2012

Colombia, invitado de honor a Eurochocolate


Degustemos un cacao

Por Edgar Aldana Rosillo
Asesor de comunicaciones

Colombia, invitado de honor a Eurochocolate

El 2012 será un año marcado por diversos acontecimientos que pondrán al cacao colombiano como protagonista en el ámbito nacional e internacional y con ello a Fedecacao.
Uno de los hechos más relevantes, sin lugar a dudas, será la participación en Perugia (Italia) en Eurochocolate, del 19 al 28 de octubre, donde Colombia asiste este año como invitado de honor, distinción que se hace cada año a un país en particular y que en esta oportunidad será el nuestro.
La importancia de participar en este evento radica, entre otras razones, en que es una de las ferias chocolateras mas representativas de Europa, a la que van a su encuentro al menos un millón de personas, provenientes de todo el país y de los más variados rincones del viejo continente, durante 10 días, pues se trata de un evento para el deleite de los paladares con los mejores sabores y aromas del alimento de los dioses, es decir el cacao convertido en chocolate.
Allí se va a poder exponer diferentes aspectos de la cultura cacaotera de Colombia, el trabajo y los adelantos del país en diversos frentes y destacar, una vez más, las características de nuestro cacao que es catalogado como fino de sabor y aroma por la Organización Internacional del Cacao.
A esta feria internacional acuden personas de todas las edades desde los niños que siempre gustan de un confite de chocolate hasta los adultos que buscan productos especiales elaborados con esta materia prima, que en su gran mayoría producen los llamados países en desarrollo.
Los asistentes pueden degustar toda clase de chocolates ya que son múltiples los stands que se engalanan a lo largo y ancho del recinto ferial, con empresas de diferentes países.
Eurochocolate es un evento que tiene lugar cada año en Perugia (región Umbría, Italia central), en el mes de octubre. Es una manifestación muy interesante, mundialmente famosa pues es una de las más importantes en toda Europa en su género.
Esta manifestación anual está completamente dedicada al chocolate, y se desarrolla en una serie de eventos como la muestra comercial, el área didáctica con cursos dedicados a profesionales del sector y también a simples interesados, exposiciones, tiendas, zonas para niños, y las diferentes muestras de arte elaboradas con base en cacao, desde esculturas hasta vestidos que lucen diferentes modelos.
La manifestación fue creada por el arquitecto Eugenio Guarducci en 1994 y con el paso de los años se ha vuelto famosa en todo el mundo, hasta acoger en la ciudad millares de visitadores entre expositores que venden sus productos, turistas, expertos del sector, empresarios, industriales y hasta consumidores del manjar de los dioses.
La feria se desarrolla en el centro histórico de la ciudad –calles, plazas, lugares históricos y artísticos-  donde se preparan varios eventos, espectáculos, iniciativas culturales, recorridos de degustación.
Por todo eso, el que Colombia esté presente y este año sea el invitado de honor es un orgullo que debe mover a los cacaocultores pero en general a todo el país a voltear sus ojos a este sector y darle la importancia que tiene.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Plan decenal volverá a Colombia exportadora de cacao


Degustemos un cacao

Por Edgar Aldana Rosillo
Asesor de comunicaciones


Plan decenal volverá a Colombia exportadora de cacao

A partir de 2012 empieza una nueva transformación en el subsector cacaotero nacional que lo llevará a ser protagonista dentro del sector agropecuario, porque será el inicio de la ejecución del Plan Decenal.

Con este proyecto se espera volver a Colombia en autoabastecedor y exportador de cacao, aprovechando la potencialidad que existe en tierras aptas para la siembra de este cultivo.

Según un estudio de Corpoica, publicado con la colaboración de la Federación Nacional de Cacaoteros en 2008, se estableció que sin haber incluido todos los departamentos, en Colombia existen al menos 658.079 hectáreas en condiciones óptimas para la siembra del cacao y con restricciones menores, es decir que pueden ponerse en condiciones óptimas con adecuaciones posibles como por ejemplo el riego, se tienen más de 2.675.927 hectáreas.

El Plan que fue solicitado por el mismo Presidente de la República, Juan Manuel Santos, a Fedecacao, ha sido socializado con todos los actores de la cadena para que el crecimiento de siembras y producción vaya alineado con la atención de la demanda interna y externa.

El objetivo es aumentar el área sembrada en 150.000 hectáreas y rehabilitar 80.000 de plantaciones viejas en un periodo de 10 años, lo cual implica realizar nuevas siembras a razón de 15.000 hectáreas por año y renovar 8.000. Al final se debe alcanzar una producción de 285.600 toneladas, suficiente para atender el consumo interno y tener excedentes de exportación.

Este aumento tan significativo, sin duda requiere de una estrategia de comercialización del cacao por lo que se espera participar en las diferentes ferias, ruedas de negocios, seminarios y otro tipo de eventos en los cuales se pueda llegar a acuerdos, apoyados por Proexport. También se debe traer al país a grandes empresas industrializadoras de cacao del mundo que conozcan de primera mano la cultura cacaotera de Colombia y disponer adecuadamente los excedentes de cacao para que sean vendidos como finos de sabor y aroma.

Además, el Gobierno Nacional deberá apoyar a las organizaciones de productores en el tema de los sellos y los certificados tales como Rainforest Alliance, Comercio Justo, UTZ y otros similares de tal manera que se pueda ofrecer un producto especial de calidad que permita facilitar el acceso a los mercados internacionales.

Así mismo, hay que anotar que los productores han estado ausentes de la comercialización del grano en los últimos años, dejando esa tarea a los agentes que proveen a las compañías procesadoras, lo cual los hace vulnerables dentro del mercado, perdiendo las posibilidades de mejorar su ingreso teniendo en cuenta las ganancias de la intermediación. Ello señala la necesidad de que los productores organizados comiencen a mejorar la comercialización de su propio producto, fortaleciéndose como empresarios asociados.

De otro lado, vale la pena anotar que la implementación del plan decenal favorecerá alrededor de 280 mil familias del sector campesino mayoritariamente, teniendo un impacto positivo e inmediato sobre el empleo rural ya que pasaremos de 41.200 empleos a 55.314 en los primeros 4 años, lo que se traduce en un incremento del 134%.

Experiencias de los proyectos emprendidos en diferentes zonas de conflicto, ocasionado por el narcotráfico, muestran que el cultivo genera arraigo en la zona de desarrollo, propiciando una tasa de desplazamiento voluntario bajo, esto en relación con la generación de ingresos permanentes, y provoca ocupación de mano de obra permanente lo que hace que se ocupe la oferta regional y por supuesto la familiar consolidando los núcleos de familias entorno de la ocupación generada por la explotación del grano

Para el mantenimiento se requiere hacer un acompañamiento técnico a los agricultores por 3 años hasta que el cultivo inicie su producción. Los cultivos se establecerán  bajo un sistema agroforestal, con la utilización de material genético de alto rendimiento probado y recomendado para las diferentes zonas agroecológicas, cuya densidad de siembra oscilará entre 1.000 y 1.200 árboles por hectárea.

Así mismo, con el fin de lograr las metas trazadas se necesita que el departamento de extensión de la Federación Nacional de Cacaoteros sea fortalecido con la posibilidad de capacitar a sus técnicos y aumentar su número requiriéndose un aporte proveniente del Estado, con lo que se fortalecería el Fondo Nacional del Cacao para desarrollar la atención a las nuevas áreas de los proyectos ejecutados recientemente y la modernización de las áreas tradicionales.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El cierre del año cacaotero


Degustemos un cacao

Por Edgar Aldana Rosillo
Asesor de comunicaciones


Se terminó un nuevo año cacaotero y el balance se puede hacer desde diferentes ópticas y así mismo, afirmar que fue bueno, regular o malo, todo depende de cómo se mire.

Uno de los ítems más importantes es el de la producción donde el resultado fue una caída del 12,03%, al pasar de 40.013 toneladas en 2009/2010 a 35.201 en 2010/2011

En comienzo y mirando de manera fría las cifras se podría decir que el balance fue negativo, en la medida en que hubo un descenso, pero sí se entra a detallar qué pasó, vemos que las cosas son diferentes porque fue un año bastante complicado, fundamentalmente por el tema del clima.

No hay que olvidar que el país debió soportar uno de los fenómenos de La Niña más duros que se han presentando, con un nivel de lluvias que superó los registros históricos y sin espacio para una temporada seca como era tradicional, antes de la llegada de la siguiente época lluviosa.

Esta situación implicó un incremento de la amenaza de plagas y enfermedades en los diferentes cultivos y en casos como el del cacao de la Monilia, que se favorece con condiciones húmedas como las que se registraron, con el consecuente efecto sobre la reducción de la cosecha.

Es por eso que cuando se mira que la caída fue del 12,03% se puede decir que el balance no fue tan negativo porque las pérdidas habrían podido ser mucho más altas. Esto se evitó, gracias a los convenios que la Federación suscribió con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), por medio de los cuales se desarrolló una intensa campaña con los productores de las diferentes zonas productoras para que aprendieran a manejar el problema y aplicaran las recomendaciones de los técnicos.

Estos programas se continúan ejecutando, pero el balance haciendo un corte al cierre del año cacaotero 2010/2011 es satisfactorio en la medida en que se evitó una disminución más fuerte de la producción.

El otro problema que se tuvo fue el de la infraestructura vial por causa de las intensas lluvias que provocaron el colapso de las carreteras por donde debe transportarse la cosecha, ya que en la mayoría de los casos se trata de vías terciarias de municipios alejados que carecen de un adecuado mantenimiento y sufren las mayores consecuencias.

Si bien, entonces, por el lado de la producción los resultados no fueron muy favorables, no sucedió lo mismo con los precios que llegaron a tener un incremento de hasta $500 mil por tonelada, alcanzando niveles de $5,7 millones, que sin embargo no pudieron ser aprovechados por muchos productores debido a la escasez del grano.

Entre un año cacaotero y otro el aumento del precio promedio fue de 6,16%, nivel que se ubica por encima de lo que fue la variación del IPC, lo que significaría una mejora en los ingresos de los productores. No obstante, el valor de la cosecha de 2010/2011 fue inferior en 6,61% respecto a 2009/2010, debido a la menor producción, que como dijimos antes fue de 12,03%, lo que refleja entonces los mejores precios.

La situación de la cacaocultura colombiana contrastó totalmente con lo que pasó en el mercado mundial donde se observó un superávit, entre otras razones, por la alta producción de los países africanos, principalmente Costa de Marfil, Ghana y Nigeria, que responden por la mayor parte de la oferta del grano.

En dichos países se obtuvo cosecha récord que hicieron que el mercado mundial se viera sobreabastecido, teniendo en cuenta que la demanda no creció al mismo ritmo, sino de una forma más lenta.

Las perspectivas del cacao en estos momentos son demasiado inciertas, aunque las previsiones de la Organización Internacional del Cacao (ICCO) son las de un aumento en la producción, ya no será tan grande como este año, pero el consumo también se podría resentir, entre otras razones, por la crisis económica mundial que frena la compra de cacao y la elaboración de los diferentes productos.