jueves, 15 de diciembre de 2011

Plan decenal volverá a Colombia exportadora de cacao


Degustemos un cacao

Por Edgar Aldana Rosillo
Asesor de comunicaciones


Plan decenal volverá a Colombia exportadora de cacao

A partir de 2012 empieza una nueva transformación en el subsector cacaotero nacional que lo llevará a ser protagonista dentro del sector agropecuario, porque será el inicio de la ejecución del Plan Decenal.

Con este proyecto se espera volver a Colombia en autoabastecedor y exportador de cacao, aprovechando la potencialidad que existe en tierras aptas para la siembra de este cultivo.

Según un estudio de Corpoica, publicado con la colaboración de la Federación Nacional de Cacaoteros en 2008, se estableció que sin haber incluido todos los departamentos, en Colombia existen al menos 658.079 hectáreas en condiciones óptimas para la siembra del cacao y con restricciones menores, es decir que pueden ponerse en condiciones óptimas con adecuaciones posibles como por ejemplo el riego, se tienen más de 2.675.927 hectáreas.

El Plan que fue solicitado por el mismo Presidente de la República, Juan Manuel Santos, a Fedecacao, ha sido socializado con todos los actores de la cadena para que el crecimiento de siembras y producción vaya alineado con la atención de la demanda interna y externa.

El objetivo es aumentar el área sembrada en 150.000 hectáreas y rehabilitar 80.000 de plantaciones viejas en un periodo de 10 años, lo cual implica realizar nuevas siembras a razón de 15.000 hectáreas por año y renovar 8.000. Al final se debe alcanzar una producción de 285.600 toneladas, suficiente para atender el consumo interno y tener excedentes de exportación.

Este aumento tan significativo, sin duda requiere de una estrategia de comercialización del cacao por lo que se espera participar en las diferentes ferias, ruedas de negocios, seminarios y otro tipo de eventos en los cuales se pueda llegar a acuerdos, apoyados por Proexport. También se debe traer al país a grandes empresas industrializadoras de cacao del mundo que conozcan de primera mano la cultura cacaotera de Colombia y disponer adecuadamente los excedentes de cacao para que sean vendidos como finos de sabor y aroma.

Además, el Gobierno Nacional deberá apoyar a las organizaciones de productores en el tema de los sellos y los certificados tales como Rainforest Alliance, Comercio Justo, UTZ y otros similares de tal manera que se pueda ofrecer un producto especial de calidad que permita facilitar el acceso a los mercados internacionales.

Así mismo, hay que anotar que los productores han estado ausentes de la comercialización del grano en los últimos años, dejando esa tarea a los agentes que proveen a las compañías procesadoras, lo cual los hace vulnerables dentro del mercado, perdiendo las posibilidades de mejorar su ingreso teniendo en cuenta las ganancias de la intermediación. Ello señala la necesidad de que los productores organizados comiencen a mejorar la comercialización de su propio producto, fortaleciéndose como empresarios asociados.

De otro lado, vale la pena anotar que la implementación del plan decenal favorecerá alrededor de 280 mil familias del sector campesino mayoritariamente, teniendo un impacto positivo e inmediato sobre el empleo rural ya que pasaremos de 41.200 empleos a 55.314 en los primeros 4 años, lo que se traduce en un incremento del 134%.

Experiencias de los proyectos emprendidos en diferentes zonas de conflicto, ocasionado por el narcotráfico, muestran que el cultivo genera arraigo en la zona de desarrollo, propiciando una tasa de desplazamiento voluntario bajo, esto en relación con la generación de ingresos permanentes, y provoca ocupación de mano de obra permanente lo que hace que se ocupe la oferta regional y por supuesto la familiar consolidando los núcleos de familias entorno de la ocupación generada por la explotación del grano

Para el mantenimiento se requiere hacer un acompañamiento técnico a los agricultores por 3 años hasta que el cultivo inicie su producción. Los cultivos se establecerán  bajo un sistema agroforestal, con la utilización de material genético de alto rendimiento probado y recomendado para las diferentes zonas agroecológicas, cuya densidad de siembra oscilará entre 1.000 y 1.200 árboles por hectárea.

Así mismo, con el fin de lograr las metas trazadas se necesita que el departamento de extensión de la Federación Nacional de Cacaoteros sea fortalecido con la posibilidad de capacitar a sus técnicos y aumentar su número requiriéndose un aporte proveniente del Estado, con lo que se fortalecería el Fondo Nacional del Cacao para desarrollar la atención a las nuevas áreas de los proyectos ejecutados recientemente y la modernización de las áreas tradicionales.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El cierre del año cacaotero


Degustemos un cacao

Por Edgar Aldana Rosillo
Asesor de comunicaciones


Se terminó un nuevo año cacaotero y el balance se puede hacer desde diferentes ópticas y así mismo, afirmar que fue bueno, regular o malo, todo depende de cómo se mire.

Uno de los ítems más importantes es el de la producción donde el resultado fue una caída del 12,03%, al pasar de 40.013 toneladas en 2009/2010 a 35.201 en 2010/2011

En comienzo y mirando de manera fría las cifras se podría decir que el balance fue negativo, en la medida en que hubo un descenso, pero sí se entra a detallar qué pasó, vemos que las cosas son diferentes porque fue un año bastante complicado, fundamentalmente por el tema del clima.

No hay que olvidar que el país debió soportar uno de los fenómenos de La Niña más duros que se han presentando, con un nivel de lluvias que superó los registros históricos y sin espacio para una temporada seca como era tradicional, antes de la llegada de la siguiente época lluviosa.

Esta situación implicó un incremento de la amenaza de plagas y enfermedades en los diferentes cultivos y en casos como el del cacao de la Monilia, que se favorece con condiciones húmedas como las que se registraron, con el consecuente efecto sobre la reducción de la cosecha.

Es por eso que cuando se mira que la caída fue del 12,03% se puede decir que el balance no fue tan negativo porque las pérdidas habrían podido ser mucho más altas. Esto se evitó, gracias a los convenios que la Federación suscribió con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), por medio de los cuales se desarrolló una intensa campaña con los productores de las diferentes zonas productoras para que aprendieran a manejar el problema y aplicaran las recomendaciones de los técnicos.

Estos programas se continúan ejecutando, pero el balance haciendo un corte al cierre del año cacaotero 2010/2011 es satisfactorio en la medida en que se evitó una disminución más fuerte de la producción.

El otro problema que se tuvo fue el de la infraestructura vial por causa de las intensas lluvias que provocaron el colapso de las carreteras por donde debe transportarse la cosecha, ya que en la mayoría de los casos se trata de vías terciarias de municipios alejados que carecen de un adecuado mantenimiento y sufren las mayores consecuencias.

Si bien, entonces, por el lado de la producción los resultados no fueron muy favorables, no sucedió lo mismo con los precios que llegaron a tener un incremento de hasta $500 mil por tonelada, alcanzando niveles de $5,7 millones, que sin embargo no pudieron ser aprovechados por muchos productores debido a la escasez del grano.

Entre un año cacaotero y otro el aumento del precio promedio fue de 6,16%, nivel que se ubica por encima de lo que fue la variación del IPC, lo que significaría una mejora en los ingresos de los productores. No obstante, el valor de la cosecha de 2010/2011 fue inferior en 6,61% respecto a 2009/2010, debido a la menor producción, que como dijimos antes fue de 12,03%, lo que refleja entonces los mejores precios.

La situación de la cacaocultura colombiana contrastó totalmente con lo que pasó en el mercado mundial donde se observó un superávit, entre otras razones, por la alta producción de los países africanos, principalmente Costa de Marfil, Ghana y Nigeria, que responden por la mayor parte de la oferta del grano.

En dichos países se obtuvo cosecha récord que hicieron que el mercado mundial se viera sobreabastecido, teniendo en cuenta que la demanda no creció al mismo ritmo, sino de una forma más lenta.

Las perspectivas del cacao en estos momentos son demasiado inciertas, aunque las previsiones de la Organización Internacional del Cacao (ICCO) son las de un aumento en la producción, ya no será tan grande como este año, pero el consumo también se podría resentir, entre otras razones, por la crisis económica mundial que frena la compra de cacao y la elaboración de los diferentes productos.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Colombia en la ruta del cacao (Segunda parte)



Tal como lo señalábamos en nuestro blog anterior, seguimos con el tema de la ruta del cacao en Colombia. En esta oportunidad para referirnos a la más reciente visita que realizó a nuestro país el chef y experto chocolatero José Ramón Castillo, para participar en el primer salón del chocolate.

Allí este amante del tema del cacao hizo un rápido recorrido por la historia del cacao y el chocolate en el mundo y mostró cómo en su país, México, existe una enorme preocupación por la pérdida de una hectárea o una hectárea y media diaria de este cultivo, a causa de la Monilia.

La alerta la hizo para que en Colombia no pase lo mismo y se tomen medidas que permitan controlar plagas y enfermedades que puedan dar al traste con los esfuerzos que se vienen realizando para posicionar el cacao nacional en diferentes escenarios mundiales.

En este sentido, cabe resaltar el trabajo mancomunado que en el país viene realizando Fedecacao con el gobierno, tanto el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, como el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), entidades con las cuales se han suscrito sendos convenios para tratar de realizar controles sanitarios que impidan el ataque de plagas y enfermedades.

De hecho, también Castillo señaló la necesidad del apoyo que debe dar el gobierno para que el cacao tome el impulso requerido y pueda ser identificado en los mercados mundiales como un producto fino y de aroma.

Una vez más hay que reconocer que en este sentido también se cuenta con el respaldo del Ejecutivo que declaró al sector de cacao-chocolate como de talla mundial en el programa de Transformación Productiva Ola Agro y por tanto lo va a impulsar en diversos escenarios.

Sin embargo, es importante que los cacaocultores nacionales se preparen más y tengan un producto de mejor calidad, lo cual implica un adecuado beneficio y en lo posible le den algún tipo de valor agregado porque ello le permite tener unos ingresos más altos.

También el experto mexicano se refirió a las coberturas nacionales y fue crítico en el sentido que si bien Colombia tiene un buen cacao, el mismo no se logra percibir por la cantidad excesiva de azúcar que se añade, “se debe aumentar los porcentajes de cacao para que tenga un sabor más coherente porque el chocolate que comen ustedes es bastante dulce y cuando los chefs vamos a preparar un postre debemos agregarle azúcar entonces se hace empalagoso. Si queremos probar en nuestro paladar el verdadero sabor del cacao colombiano hay que bajarle la cantidad de azúcar”, advirtió.

Esto se constituye en otro llamado importante, esta vez para la industria, que se debe preocupar más por valorar el cacao de nuestros agricultores y añadirlo como ya lo están haciendo algunos, en mayores proporciones, las cuales deben estar identificadas desde el empaque mismo, para que el consumidor sepa qué cantidad de cacao tiene lo que va a adquirir.

Como lo sentenció el mismo José Ramón Castillo “hay que darle mayor atención al productor porque sin cacao no existe la industria”. Además, consideró que el cacao colombiano puede llegar a ser tan importante como el café, porque cuenta con las características para ello, lo importante es contar con el apoyo necesario y ese es un trabajo que se construye de la mano del gobierno y el sector privado.

La tarea está planteada, hay que hacerla.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Colombia en la ruta del cacao (Primera parte)

Degustemos un cacao

Por Edgar Aldana Rosillo
Asesor de comunicaciones

Colombia en la ruta del cacao (Primera parte)

La reciente emisión de La Ruta del Cacao Colombia en el canal de televisión El Gourmet, por parte del chocolatero mexicano José Ramón Castillo, permitió conocer un poco más sobre nuestro cacao, sus preparaciones, las regiones, y en fin una cantidad importante de aspectos que están ahí pero que muchas veces no le prestamos la debida atención.

El cacao en Colombia tiene ya una larga tradición y aunque el país continúa siendo cafetero, no podemos desconocer el gusto que hay por una taza caliente de chocolate en la mañana o en una tarde fría; así como de la bombonería elaborada a partir de esta materia prima, para obsequiar en cualquier ocasión.

Por eso, el Gobierno le está apostando al cultivo del cacao como una alternativa rentable para los productores rurales y para la generación de divisas al país, pues ha sido catalogado como un producto de talla mundial, dentro del programa de transformación productiva.

Así mismo, cabe recordar que este producto también ha contado con el apoyo de gobiernos como el de Estados Unidos, que ve allí una alternativa para la sustitución de cultivos ilícitos y una forma de bienestar y tranquilidad para los pobladores del campo.

También algunos países europeos encuentran en el cacao colombiano una materia prima importante para la elaboración de productos como los de confitería fina y por eso han visitado diferentes regiones productoras en búsqueda de ese preciado grano.

El mismo, José Ramón Castillo lo dijo, “Colombia tiene todo para ser una potencia cacaotera de aquí en unos cinco años: producen, consumen todo lo que producen, todavía exportan y están empezando a tener más hectáreas de campos de cacao, están perfectos en la mejor forma para poder generar más cacao y si se incentiva y se le enseña al colombiano los beneficios de consumo del cacao mucho mejor, teniendo en cuenta que la cobertura y el grano es muy buena”.

Además hizo una sugerencia: que consuman más el chocolate. “Ustedes lo beben, pero no como debieran. Entro a un restaurante y no hay una taza de chocolate caliente en su carta. No he visto ninguna en la Zona G, ni en el Parque de la 93. Hay que incentivar ese chocolate. Otra sugerencia sería promover que en las pastelerías se usen el cacao y las coberturas nacionales. Hay que creer en ese proyecto para darle al cacao la fuerza que le han dado al café”.

Este tipo de comentarios son los que deben hacernos pensar, porque es increíble que sea un extranjero quien nos sugiera el camino a seguir para posicionar nuestro cacao y valorarlo como debe ser ya que los colombianos no somos concientes de lo que tenemos y que podemos explotar.

Por eso el llamado es a unir fuerzas, porque la tarea no puede ser de un grupo aislado, sino que gobierno, productores, industria, restaurantes, chefs y demás personas que de una u otra manera tienen algún vínculo con el cacao, debemos trabajar para que este producto que tanto gusta y que tiene enormes beneficios, tenga el lugar que se merece en la mesa de los colombianos.

Es hora de explorar nuestra propia ruta del cacao, esa que ya nos empezó a señalar José Ramón Castillo y que debemos profundizar para que más personas, del país y del extranjero, conozcan las riquezas que tiene el cacao nacional, lo que hacen los productores y sus familias, como sembradores de paz con ese grano, hasta llegar a esos chefs que lo convierten en las delicias que consumimos, pasando naturalmente por la industria que se encarga de procesar la materia prima.

El camino ya empezó a forjarse, no nos podemos quedar a la mitad, hay que concluirlo pero con esfuerzo y dedicación, elementos que naturalmente nos proporciona una buena taza de chocolate o una barra de chocolatín, entre otros.

El tema da para mucho más y por eso en nuestro próximo blog continuaremos abordándolo.